Maestros, ¡vuelvan!
Maestros, ¡VUELVAN! Mónica Lackington F. Tal vez, algunos recuerden a algún profesor que valoraron en su educación. Puede ser por lo que les enseñó o aconsejó en un momento importante o porque, sencillamente, los hizo sentir cómodos y especiales. Pero hay otros, que más allá de estas cualidades, nos “formaron” dándonos la confianza que necesitaríamos para toda la vida. Tuve esa experiencia en la Universidad. Estaba realizando un trabajo de investigación literaria sobre el tema del tiempo en la novela Pedro Páramo. Olga, que así se llama mi profesora, me esperaba semanalmente en su departamento de Pedro de Valdivia, con la tetera recién hervida y todo tipo de manjares y golosinas. También, estaban sobre la mesa de comedor, unos cuantos libros