TARDE CON LAURA

                                                     Tarde con Laura

Mónica Lackington F.

Laura, a pesar de tu breve tiempo en este mundo, con tus casi once meses, eres ya una personita. Te comunicas con balbuceos y una sonrisa que no deja tu cara. Permites que te abrace y disfrute tocar tu piel hecha de sueños. Yo te respondo con ruidos muy básicos, pero que para ti son música, porque no los conoces.

El entorno llama tu atención, estás interesada en tocar, copiar sonidos, mirar las palomas en la plaza y el paso, a cada rato, de los ruidosos vehículos. Disfrutas de la brisa y el sol sobre tu cuerpo, que dibuja una diminuta sombra en el pavimento. El mundo que te rodea está lleno de experiencias, como el irregular movimiento del coche donde te transporto, las luces, colores y los múltiples sonidos que enfrentamos en este paseo ordinario, pero mágico a la vez. Aunque no lo creas, me dices muchas cosas, Laura:

Que siempre puedo aprender a amar y ser amado nuevamente.

Que la sonrisa es el mejor regalo.

Que tocarnos es un encuentro de mutua y ciega confianza.

Que esta vida es bella y que ello radica en lo simple.

Que no hay barreras a pesar del tiempo.

Que puedo pasar el rato contigo, volviendo a conocer y a maravillarme con todo.


En fin, Laura, tanto me has enseñado esta tarde, que tengo solo que agradecerte. Ojalá pueda devolverte también con la simpleza de mis horas, tiempos de paz y espacios de amoroso silencio.

Te ama, Moni, tu tía abuela.                                (primavera del 2025)


Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares